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  • EL BLOG DEL BCE
  • 28 de abril de 2020

Más allá de la política monetaria: proteger la continuidad y la seguridad de los pagos durante la crisis del coronavirus

Fabio Panetta - miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo

La pandemia de coronavirus está alterando la vida de millones de europeos y muchos están sufriendo sus trágicas consecuencias humanas. Muchos ciudadanos están preocupados también por su situación económica, a medida que ingresos y rentas se agotan. Para respaldar a las familias y a las empresas, proteger puestos de trabajo y, por tanto, la estabilidad de precios, el Banco Central Europeo (BCE) ha bajado el coste y mejorado la disponibilidad de financiación para todos los sectores de la economía.

Pero el papel del BCE no se limita a la política monetaria. También llevamos a cabo otras actividades importantes, muchas de las cuales pasan en gran parte desapercibidas. La provisión de servicios de pago es un buen ejemplo. Asegurar la disponibilidad de efectivo y de pagos electrónicos es indispensable para nuestra vida diaria; para las familias que tienen que pagar facturas y recibir salarios o pensiones, y para las empresas, que tienen que remunerar a sus empleados y pagar a sus proveedores. En la difícil situación actual, trabajamos para asegurar la continuidad y la seguridad de estos servicios.

Durante esta crisis, la demanda de efectivo se ha hecho menos predecible. A mediados de marzo, el incremento semanal del valor de los billetes en circulación casi alcanzó el máximo histórico de 19.000 millones de euros. En abril, la demanda de efectivo descendió, y en muchos países es ahora inferior a los niveles habituales. Estas dinámicas reflejan el impacto de las medidas de confinamiento, que han llevado a un aumento del gasto en supermercados y tiendas justo antes de su entrada en vigor y, posteriormente, a una limitación de las oportunidades de gasto. Pero también reflejan el impulso de los ciudadanos de acumular efectivo durante una crisis.

El BCE y los bancos centrales nacionales de la zona del euro planifican las actividades relacionadas con la cadena de distribución del efectivo (producción, almacenaje, distribución y recirculación) con mucha antelación y, por tanto, estamos preparados para garantizar la disponibilidad de billetes durante los tiempos de crisis.

En las circunstancias actuales adaptamos continuamente nuestros procesos para garantizar que familias y empresas tengan un acceso adecuado al efectivo. Por ejemplo, abordando posibles bloqueos en la impresión y procesamiento de billetes, reprogramando su traslado cuando los sistemas de transporte habituales no funcionan con normalidad, o ajustando las reservas de billetes de diferentes denominaciones entre los distintos países.

Por otra parte, a fin de asegurar que el manejo de efectivo siga siendo lo más seguro posible, el BCE está cooperando estrechamente con los principales laboratorios europeos para evaluar el comportamiento del coronavirus en distintas superficies. Los resultados indican que el coronavirus puede sobrevivir más fácilmente sobre una superficie de acero inoxidable (por ejemplo, los picaportes de las puertas) que en nuestros billetes de fibra de algodón, con tasas de supervivencia de entre unas 10 y 100 veces más altas en las primeras horas tras la contaminación. Otros análisis indican que es mucho más difícil que un virus se transfiera desde superficies porosas, como los billetes de fibra de algodón, que desde superficies lisas como plástico. Así que los billetes en euros no representan un riesgo de infección particularmente significativo en comparación con otras superficies con las que estamos en contacto en nuestro día a día.

La crisis está además reforzando la demanda de soluciones de pago eficientes. Gestionamos diariamente infraestructuras cruciales para el funcionamiento del sistema financiero europeo. Entre ellas está el servicio de liquidación de pagos inmediatos de TARGET (TARGET Instant Payment Settlement, TIPS), una potente infraestructura que permite transferir fondos en tiempo real durante las 24 horas del día, todos los días del año. Durante las turbulencias de los mercados de las últimas semanas, la resistencia de nuestra infraestructura ha permitido gestionar sin dificultades los volúmenes excepcionalmente elevados de negociación de bonos y acciones europeos, protegiendo en última instancia los activos y los ahorros de los ciudadanos.

A la vez, estamos trabajando en la estrategia de pago minorista para la zona del euro, que tiene como objetivo fomentar soluciones comunes europeas para pagos en tiendas físicas y comercio electrónico. Y para ello es fundamental contener los riesgos para la ciberseguridad, para lo que cooperamos con otras agencias europeas como Europol y la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad.

El BCE también está estudiando la posibilidad de emitir un «euro digital». Un grupo de trabajo de alto nivel está examinando las ventajas e inconvenientes de la introducción de una moneda digital, que podría ser empleada por los intermediarios, o incluso directamente por los ciudadanos a través de sus dispositivos electrónicos (teléfonos móviles o tabletas), para sus necesidades de gasto diarias.

Estamos viviendo tiempos de retos y riesgos sin precedentes. El BCE se esfuerza por ofrecer respuestas oportunas y eficaces. Puede que algunas de nuestras medidas pasen desapercibidas para el público, pero los ciudadanos europeos pueden confiar en nuestro compromiso para respaldarlos durante la crisis en todo lo que podamos.

Esta entrada en el blog se publicó como artículo de opinión en Expansión.