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  • DISCURSO

Diseñando un euro digital para el ecosistema de los pequeños pagos del mañana

Intervención de Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, en la Comisión ECON del Parlamento Europeo

Bruselas, 18 de noviembre de 2021

Señora Presidenta, honorables miembros de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios:

Agradezco su invitación a este encuentro para informarles sobre la fase de investigación del proyecto de un euro digital, que pusimos en marcha en octubre. Me alegra volver a reunirme, por fin en persona, al menos con algunos de ustedes. Nuestro intercambio de puntos de vista comenzó hace un año, cuando publicamos el Informe del Eurosistema sobre un euro digital[1]. Me complace que este intercambio continúe y me comprometo a comparecer periódicamente ante ustedes en relación con este tema a lo largo de la fase de investigación del proyecto[2].

En mi intervención de hoy me centraré en los motivos por los que emitiríamos un euro digital y explicaré cómo estructuraremos nuestro trabajo en la fase de investigación para asegurar que diseñemos un medio de pago digital atractivo para los consumidores.

Mantener el rol del dinero de banco central en la era digital

En julio, cuando decidimos poner en marcha la fase de investigación del proyecto de un euro digital[3], sabíamos que contábamos con el respaldo del Parlamento Europeo y de otras instituciones de la UE, que reconocían la importancia de este proyecto[4].

Permítanme recordar por qué este proyecto es necesario[5].

La emisión de un euro digital para su uso en los pagos minoristas podría parecer superflua, dado que los europeos ya tienen acceso a una amplia variedad de medios de pago digitales privados, incluidos los depósitos bancarios, las tarjetas de crédito y las aplicaciones móviles.

Pero incluso aunque el dinero privado y el dinero de banco central se utilizan indistintamente, no debemos olvidar qué lo hace posible. A veces damos por sentadas cosas que podrían crear problemas más graves si no existieran.

El dinero de banco central es, por definición, la forma más segura de dinero, ya que está respaldado por la fortaleza, credibilidad y autoridad del Estado.

Las formas privadas de dinero son pasivos de emisores privados. Se basan en la solvencia del emisor y, en última instancia, en una promesa de convertibilidad en dinero de banco central. Pero tal promesa podría resultar efímera, por ejemplo, si el emisor gestiona imprudentemente su liquidez o solvencia.

En la práctica, muchas personas desconocen estas diferencias. Es lo que los economistas denominan «inatención racional». No dudamos en depositar y utilizar nuestro dinero a través de intermediarios privados porque periódicamente podemos acudir al cajero automático y retirar billetes de nuestras cuentas sin ningún problema. Esta es la prueba tangible de que nuestro dinero está seguro en el banco. Nos tranquiliza saber que podremos obtener efectivo siempre que queramos y que, cuando no podamos utilizar formas de dinero privadas, seguiremos pudiendo realizar pagos en efectivo. Las retiradas masivas de dinero privado suelen comenzar cuando desaparece la confianza en su convertibilidad.

La convertibilidad a la par con el dinero de banco central ancla la confianza del público en el dinero privado, lo que respalda su aceptación generalizada[6]. Esto no significa que otras salvaguardas, como la regulación y la supervisión bancarias, las garantías de depósitos y el seguimiento de los mercados de capitales, no sean también importantes y efectivas. Sin embargo, deben complementarse con el ancla de la convertibilidad como base para mantener el buen funcionamiento del sistema de pagos y la estabilidad financiera. Y esta es una condición indispensable para preservar la transmisión de la política monetaria y, de este modo, proteger el valor del dinero y la confianza en la moneda.

Hoy en día, los ciudadanos pueden acceder fácilmente al dinero de banco central en forma de efectivo, pero sabemos que su preferencia por los pagos digitales y las compras por Internet es cada vez mayor[7]. En una economía cada vez más digitalizada, el efectivo podría verse desplazado al dejar de satisfacer las necesidades de pago de las personas. Y estas tendrían pocos incentivos para mantener el efectivo si no pudieran utilizarlo como medio de cambio.

Dicho claramente, el BCE tiene la intención de asegurar que todos sigamos teniendo acceso al efectivo. Pero, al mismo tiempo, necesitamos asegurar que el dinero de banco central pueda seguir utilizándose en cualquier circunstancia y proporcione un ancla eficaz en un momento en el que los hábitos de pago están cambiando. Y es ahí donde cobra relevancia nuestro trabajo sobre un euro digital: este permitiría que el dinero de banco central siga utilizándose como medio de cambio en la era digital.

Pero el descenso del uso del efectivo no es el único factor que podría alterar el mundo de los pagos en los próximos años.

Los proveedores de servicios de pago no europeos ya gestionan aproximadamente un 70 % de las operaciones de pago con tarjeta en Europa[8] y, si continúan aumentando su presencia, surgirían serias dudas sobre la autonomía europea en materia de pagos, con posibles implicaciones para los usuarios. Les daré un ejemplo: actualmente muchos europeos pueden utilizar sus tarjetas de débito, como la EC-Karte alemana o la Bancomat italiana, en el extranjero, gracias a un acuerdo entre sus bancos y las empresas internacionales de tarjetas de crédito. Pero en el caso de algunas redes de tarjetas de débito, su uso transfronterizo podría verse limitado en el futuro dado que está sujeto a que esas redes internacionales mantengan su voluntad de prestar esos servicios[9].

Igualmente, aunque la aceptación de activos digitales, como los criptoactivos o las stablecoins, así como su grado de utilización para realizar pagos, ha sido limitada hasta ahora, está creciendo rápidamente: la capitalización de mercado de las stablecoins ha aumentado desde 5 mm hasta 120 mm de dólares desde principios de 2020[10]. Paralelamente, las grandes empresas tecnológicas han entrado en el mundo de los servicios financieros. Si confluyeran ambas tendencias, el funcionamiento de los mercados financieros mundiales podría verse alterado y los servicios de pago tradicionales podrían verse desplazados[11].

Estos desarrollos indican que hay motivos para redefinir el entorno regulatorio y supervisor, pero puede que esto no sea suficiente[12]. La existencia de un euro digital podría reducir el riesgo de que el funcionamiento, y la competencia, en los pagos europeos puedan verse alterados por el predominio de medios de pago digitales gestionados por entidades extranjeras y grandes empresas tecnológicas con ventajas en términos de escala y de información. Si queremos preservar la apertura y la igualdad de condiciones en los pagos, así como la soberanía monetaria, tenemos que comenzar a actuar hoy.

Diseñando dinero digital de banco central minorista

Aunque en la actualidad los particulares solo tienen acceso al dinero de banco central en forma física, también existe en otras formas.

Los bancos han podido acceder al dinero digital de banco central a través de los denominados servicios TARGET[13] durante mucho tiempo, y el Eurosistema está trabajando en una nueva plataforma TARGET consolidada para ofrecer al mercado servicios mejores y más modernos[14]. En julio de 2021, el Consejo de Gobierno del BCE decidió crear una nueva línea de trabajo del Eurosistema para explorar también posibles mejoras tecnológicas en la infraestructura mayorista[15].

El proyecto del euro digital tiene como finalidad asegurar que todos puedan utilizar el dinero de banco central en forma digital para sus operaciones cotidianas, lo que también les permitiría beneficiarse de un alto nivel de privacidad. Con la digitalización de los pagos, cada operación contiene una gran cantidad de datos personales, que a menudo son utilizados por empresas privadas para diversos fines. Aunque la regulación intenta evitar un uso impropio de estos datos, no siempre puede seguir el ritmo de la innovación tecnológica. No obstante, un factor fundamental es que el BCE no tiene interés comercial en monetizar los datos de los usuarios, por lo que un euro digital mejoraría el bienestar de los ciudadanos dándoles la opción de utilizar una forma de dinero digital que proteja su privacidad[16].

Por último, un euro digital podría ofrecer nuevas oportunidades de negocio y servir de catalizador para el progreso tecnológico y la innovación en el sector privado. Crearía unas condiciones equitativas para los intermediarios financieros y aumentaría su competitividad. Además, les brindaría la oportunidad no solo de distribuir dinero de banco central, sino también de desarrollar nuevos servicios sobre la base del euro digital.

En los dos próximos años investigaremos las cuestiones principales relacionadas con el diseño y la distribución de un euro digital[17]. Tendremos que encontrar el equilibrio adecuado entre las distintas prioridades.

Por ejemplo, el euro digital se diseñará para ser un medio de pago eficiente, pero también para preservar la estabilidad financiera. Nos esforzaremos para asegurar que el sector financiero pueda adaptarse de manera ordenada. Para evitar un desplazamiento excesivo y abrupto del dinero comercial al dinero de banco central, tendremos que encontrar un equilibrio entre maximizar su atractivo como medio de cambio y limitar su atractivo como forma de inversión.

Las distintas opciones y decisiones de diseño se influyen mutuamente, por lo que será fundamental tomar un conjunto de decisiones coherentes. Tenemos un calendario claro que contempla estas interrelaciones y asegurará un producto coherente. El Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre Dinero Digital de Banco Central[18] del Eurosistema que presido está trabajando para identificar los casos de uso y las opciones de diseño. Tras la conclusión de esta fase pasaremos a examinar las soluciones tecnológicas. Esperamos tomar la mayor parte de las decisiones de diseño antes de principios de 2023 y desarrollar un prototipo en los meses siguientes.

Debo destacar que el euro digital no podrá cumplir con las expectativas de todo el mundo desde el primer día. Tendremos que encontrar un equilibrio para diseñar un euro digital que sea inmediatamente utilizable para los usuarios, pero que pueda desarrollarse en un plazo razonable.

Esto me lleva a mi último argumento: averiguar lo que los usuarios potenciales de un euro digital esperarían de este nuevo medio de pago.

Hacer que el euro digital resulte atractivo para los consumidores

Como ya he mencionado, el euro digital estaría disponible para las operaciones cotidianas de todos los posibles usuarios. No obstante, la gran mayoría de las operaciones consistirán posiblemente en las compras diarias de los consumidores en los «puntos de interacción» (es decir, pagos en los comercios físicos de particular a particular y en línea).

Los consumidores solo utilizarán un euro digital si tiene una amplia aceptación para los pagos, y los comerciantes querrán tener la seguridad de que un número suficiente de consumidores deseen utilizarlo. En la práctica, aunque a menudo mencionamos el riesgo para la estabilidad financiera de que el euro digital tuviera un éxito excesivo[19], debemos también abordar el riesgo de que no lo tuviera en la medida suficiente. Para tener éxito, un euro digital debe ser atractivo para los usuarios, ofreciendo un medio de pago eficiente, barato y utilizable en todas partes.

Para averiguar lo que quieren los usuarios, interactuaremos frecuentemente con el público, los comerciantes y otras partes interesadas durante la fase de investigación[20].

Los grupos de discusión que tendrán lugar en todos los países de la zona del euro nos ayudarán a conocer mejor las preferencias del público, de los pequeños comerciantes, así como de las personas que actualmente no tienen acceso a Internet o a servicios bancarios[21].

Teniendo en cuenta la necesidad de asegurar que el euro digital sea totalmente interoperable con los servicios de pago existentes, también hemos nombrado a 30 directivos de empresas para que aporten conocimientos especializados desde el punto de vista del sector[22]. Los consumidores, los comercios, las pequeñas y medianas empresas y los representantes del mercado tendrán más oportunidades para compartir sus puntos de vista a través del Consejo de Pagos Minoristas en Euros. Asimismo, los talleres técnicos con expertos nos ayudarán a explorar las opciones tecnológicas para el diseño de un euro digital[23].

Al mismo tiempo, el éxito de un euro digital dependerá en gran medida de que las autoridades e instituciones europeas estén estrechamente alineadas. Por tanto, estamos colaborando estrechamente con el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Eurogrupo en relación con las principales cuestiones de diseño y los aspectos de un euro digital que afectan a las políticas de la UE en términos generales.

Nuestro debate de hoy forma parte de este empeño. Como representantes de los ciudadanos europeos, ustedes tienen un importante papel en asegurar que diseñemos un euro digital que responda a las necesidades de los ciudadanos en el escenario de los pagos minoristas del mañana.

Tenemos el compromiso de celebrar encuentros periódicos como este para intercambiar puntos de vista a fin de que sus opiniones puedan servir de base a los debates técnicos del Eurosistema antes de la aprobación del Consejo de Gobierno del BCE, y para que podamos informarles de las decisiones que se vayan adoptando[24].

Como colegisladores, ustedes desempeñarán un papel clave en todas las modificaciones del marco legislativo de la UE que puedan ser necesarias para la introducción de un euro digital. El BCE y los servicios de la Comisión Europea ya están revisando conjuntamente una amplia gama de cuestiones jurídicas a nivel técnico, teniendo en cuenta sus respectivos mandatos e independencia, conforme a lo dispuesto en los Tratados[25].

Conclusión

Permítanme concluir.

Una formulación de una política eficaz requiere visión de futuro. Los bancos centrales deben innovar ante los cambios en los hábitos de pago y la evolución mundial. A la hora de diseñar un euro digital, debemos tener en cuenta no solo el escenario actual de los pagos, sino también el del mañana, que podría caracterizarse por nuevos actores, nuevos activos digitales y nuevas soluciones de pago.

Hay mucho en juego y nos movemos en aguas inexploradas. Queremos avanzar rápidamente, pero no debemos apresurarnos. Hemos de tomar el tiempo necesario para hacerlo bien asegurando que el dinero de banco central siga desempeñando su papel de ancla de la estabilidad en el seno del sistema de pagos y el sistema financiero.

Quedo a su disposición para responder a sus preguntas.

  1. BCE (2020), Informe sobre un euro digital, octubre.
  2. Véase la carta de Fabio Panetta a la miembro del Parlamento Europeo Irene Tinagli sobre la decisión del Consejo de Gobierno del BCE de poner en marcha la fase de investigación del proyecto de un euro digital.
  3. BCE (2021), «El Eurosistema pone en marcha el proyecto de un euro digital», nota de prensa, 14 de julio.
  4. Véanse la Declaración de los miembros de la Cumbre del Euro de 25 de marzo de 2021, la carta resumen de la reunión del Eurogrupo de 21 de mayo de 2021, las conclusiones del Consejo de la UE relativas a la Comunicación de la Comisión sobre una Estrategia de Pagos Minoristas para la Unión Europea, de 8 de marzo de 2021, la Resolución del Parlamento Europeo sobre el Banco Central Europeo - Informe Anual 2020, de 10 de febrero de 2021 y la Comunicación de la Comisión Europea titulada «Sistema económico y financiero europeo: fomentar la apertura, la fortaleza y la resiliencia», de 19 de enero de 2021.
  5. Véase también Panetta, F. (2021), «The ECB’s case for central bank digital currencies», Op-ed, Financial Times, publicado online el 18 de noviembre.
  6. La convertibilidad a la par con el ancla monetaria común es lo que hace que diferentes formas de dinero reguladas sean convertibles entre sí a la par y que se perciban como intercambiables a la hora de efectuar pagos. Véase Panetta, F. (2021), «Monedas digitales de banco central: un ancla monetaria para la innovación digital», discurso pronunciado en el Real Instituto Elcano, Madrid, 5 de noviembre.
  7. BCE (2020), «Estudio sobre los hábitos de pago de los consumidores en la zona del euro (SPACE)», diciembre.
  8. BCE (2019), Card payments in Europe, abril.
  9. Market Research Telecast (2021), «Payment systems: Maestro cards in Europe before the end», 20 de octubre.
  10. BCE (2021), «The expanding functions and uses of stablecoins», Financial Stability Review, noviembre.]
  11. Panetta, F. (2021), «Stay safe at the intersection: the confluence of big techs and global stablecoins», discurso pronunciado en el coloquio «Cross-border dimensions of non-bank financial intermediation: what are the priorities for building resilience globally?» celebrado en el marco de la conferencia «Safe Openness in Global Trade and Finance» organizada por el Banco de Inglaterra con ocasión de la cumbre auspiciada por la Presidencia británica del G-7, 8 de octubre
  12. La UE está desempeñando un papel de liderazgo con la propuesta de reglamento relativo a los mercados de criptoactivos (MiCA) de la Comisión Europea. El Eurosistema ha propuesto una actualización de su marco de vigilancia de instrumentos, esquemas y acuerdos de pago electrónico (marco PISA) con el objetivo de incluir tokens de pago digitales como las stablecoins.
  13. Los servicios del sistema automatizado transeuropeo de transferencia urgente para la liquidación bruta en tiempo real (TARGET) son desarrollados y gestionados por el Eurosistema. Garantizan la libre circulación de efectivo, valores y activos de garantía en toda Europa. Todas estas operaciones se liquidan, en firme y de forma irrevocable, en dinero de banco central. Los servicios TARGET comprenden TARGET2 (el sistema de liquidación bruta en tiempo real), TARGET2-Securities (la plataforma para la liquidación de valores) y TIPS (el servicio de liquidación de pagos inmediatos).
  14. El Eurosistema ha iniciado un proyecto para consolidar TARGET2 y T2S, tanto en sus aspectos técnicos como funcionales. El objetivo es dar respuesta a las nuevas demandas del mercado, sustituyendo TARGET2 por un nuevo sistema de liquidación bruta en tiempo real denominado T2 y optimizando la gestión de la liquidez en todos los servicios TARGET. La nueva plataforma consolidada se pondrá en funcionamiento en noviembre de 2022. Para más detalles, véase el sitio web del BCE.
  15. Esta exploración se basa en el trabajo realizado por el Eurosistema en los últimos años. Para más información sobre la aplicación mayorista de una infraestructura distribuida véase también el anexo 3 del Informe sobre un euro digital.
  16. Véase Panetta, F. (2021), «Un euro digital para responder a las expectativas de los europeos», declaración introductoria en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, y anexo.
  17. En la fase de investigación se examinarán los casos de uso de un euro digital y sus características y funcionalidades deseadas. También se analizarán su posible interacción con el mercado europeo de pagos minoristas y los modelos de negocio de los participantes públicos y privados en el ecosistema del euro digital. Por último, se estudiarán las mejores soluciones técnicas para estas cuestiones.
  18. El Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre Dinero Digital de Banco Central (HLTF-CBDC), compuesto por representantes del BCE y de los bancos centrales nacionales de la zona del euro, es el órgano encargado de dirigir el proyecto del euro digital. Rinde cuentas al Consejo de Gobierno del BCE. La Comisión Europea puede asistir a las reuniones del HLTF-CBDC en calidad de observador. A nivel operativo, el proyecto del euro digital está coordinado por el director del programa, al que informan el director de producto y el director del proyecto. El BCE y los servicios de la Comisión Europea están revisando conjuntamente a nivel técnico una amplia gama de cuestiones de políticas, jurídicas y técnicas relacionadas con la posible introducción de un euro digital, teniendo en cuenta sus respectivos mandatos e independencia, conforme a lo dispuesto en los Tratados. En el Eurogrupo también se celebran debates periódicos, preparados por el Grupo de Trabajo del Eurogrupo, sobre las principales cuestiones de diseño y los aspectos de un euro digital pertinentes para las políticas. A nivel internacional el BCE y la Comisión Europea han participado en un grupo de trabajo de los ministerios de finanzas y los bancos centrales del G7, junto con el Sveriges Riksbank y el Swiss National Bank, para explorar los diferentes aspectos del dinero digital de banco central minorista (véase el informe publicado recientemente G7 Public Policy Principles for Retail CBDC). El BCE también participa en otro grupo internacional de siete bancos centrales (Banco de Canadá, Banco de Inglaterra, Banco de Japón, BCE, Reserva Federal, Sveriges Riksbank y Swiss National Bank), que está trabajando junto con el Banco de Pagos Internacionales para explorar monedas digitales de banco central para el público (véanse informes recientes). En el contexto de la hoja de ruta para la mejora de los pagos transfronterizos del Consejo de Estabilidad Financiera, el Comité de Pagos e Infraestructuras del Mercado está analizando esquemas y posibles estándares para el uso transfronterizo de distintas monedas digitales de banco central.
  19. Panetta, F. (2021), «Evolution or revolution?The impact of a digital euro on the financial system», discurso pronunciado en el seminario virtual de Bruegel celebrado el 10 de febrero.
  20. El informe del BCE sobre la consulta pública que tuvo lugar entre el 12 de octubre de 2020 y el 12 de enero de 2021 ya ofrecía un avance sobre las preferencias del público y de los profesionales.
  21. La investigación de los grupos de trabajo tendrá lugar a finales de 2021 en todos los países de la zona del euro. En cada país habrá un grupo de trabajo dedicado a temas específicos integrado por miembros del público, con ciudadanos expertos en tecnologías, ciudadanos que no tienen actualmente acceso a Internet o a servicios bancarios, y comercios pequeños y muy pequeños.
  22. BCE (2021), «El BCE anuncia la composición del Grupo consultivo del Mercado sobre el Euro Digital», nota de prensa, 25 de octubre.
  23. BCE (2021), «Experts invited to join technical talks on digital euro», MIP News, 15 de octubre..
  24. Estos encuentros podrían tener lugar en momentos de la fase de investigación en los que el Eurosistema haya adoptado una posición a nivel de expertos, pero antes de que el grupo de trabajo de alto nivel del Eurosistema realice su evaluación final y de que el Consejo de Gobierno tome decisiones sobre las opciones de diseño. Para más detalles, véase la carta a la que se hace referencia en la nota 2 a pie de página.
  25. BCE (2021), «ECB intensifies technical work on digital euro with the European Commission», MIP News, 19 de enero.
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